• El Campeonato Mundial Puig 12mR World Championship reúne en la capital catalana a veleros de más de seis países, challengers de la edad dorada de la Copa América (30’- 80’)
  • El Campeonato Mundial se inscribe en eventos de semana Puig Vela Clàssica Barcelona 2014
  • El pistoletazo de salida ha tenido lugar hoy en el Real Club Náutico de Barcelona con una mesa redonda y una demostración en el mar de las clases 12 metros e Imoca 60, uniendo la vela de ayer y la de hoy con embarcaciones de ambas categorías

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Barcelona, 13 de julio de 2014. A un día del comienzo de la competición, Barcelona ya está preparada para acoger por primera vez en su historia un campeonato mundial de la clase 12 metros, el Puig 12mR World Championship. Esta flota, representativa de la edad de oro de la Copa América –entre la década de los 30 y 80 – y llegada desde más de seis países, proporcionará una exhibición deportiva e histórica de primer nivel, ya que las embarcaciones podrán divisarse tanto desde la costa -en competición- como desde el Moll de la Fusta cuando descansen en el pantalán, para deleite de turistas y residentes en la capital catalana.

Los regatistas internacionales, que durante los días previos han puesto toda su atención en conocer las condiciones climatológicas y marítimas de la ciudad, esperan ansiosos el mediodía del lunes 14 para comenzar las pruebas, que se alargarán hasta el sábado 19 de julio.

Las pruebas del Mundial de 12 metros se celebran en tiempo real, “el primero en pasar la línea de llegada es el ganador. Los velocísimos 12 metros –construidos para regatas “al viento”-, demandan un modelo barlovento – sotavento en el que puedan sacar el máximo provecho de su capacidad de ceñida y empopada. Estas son regatas muy técnicas y exigentes con continuos bordos en los que la navegación en ángulos de hasta 40º se asemejan a las que realizan veleros de competición actuales de alto nivel profesional y, por tanto, la organización se plantea su campo de regatas equivalente al de una prueba de cruceros ORC.

Estos barcos, los 12m, construidos para los desafíos y defensa dela Copa América y, por tanto, para regatas 1 a 1 o match race, se pueden permitir este nivel de exigencia porque están específicamente diseñados para ello y es la manera rigurosa de obtener los mejores resultados de su afinado diseño. De hecho las expectativas son muy altas al coincidir en este campeonato mundial dos embarcaciones casi “gemelas” – Vim (1939) y Nyala (1938)- que comparten diseñador (Stephens), astillero y estilo -que fueron modelo para posteriores defensores de la Copa América-, y que ansían tener la oportunidad de medirse la una frente a la otra, lo que va suceder estos días en Barcelona.

12 metros VS Imoca 60: dos generaciones de máximo nivel en el mar

El arranque de estas actividades ha tenido lugar esta mañana en el Real Club Náutico de Barcelona con la mesa redonda 12mR e Imoca 60. En este acto, conducido por Santiago Serrat –Fundaciò Navegaciò Oceànica Barcelona-, Luigi Lang -12m Class-, Leonardo García de Vincetiis – historiador náutico- y el navegante Cali Santmartí, se ha hecho un recorrido histórico y comparativo de ambas clases. Además, se ha llevado a cabo un repaso sobre las tradiciones marineras y su evolución a lo largo de los años, así como de las nuevas tecnologías aplicadas en la náutica.

Una vez finalizada la mesa redonda, ha tenido lugar una salida simbólica al mar a bordo de una embarcación de 12 metros y de un Imoca 60, una oportunidad única de ver a dos generaciones de la historia náutica navegar simultáneamente.

VII Puig Vela Clàssica Barcelona, la semana más destacada de vela clásica en el Mediterráneo

El 17 de julio comenzará, además, la VII edición de la regata Puig Vela Clàssica Barcelona, que se ha consolidado como uno de los principales eventos de la navegación clásica a nivel internacional, tanto por la calidad de sus participantes como por su exclusivo ambiente que, año tras año, gana seguidores incondicionales entre los armadores y aficionados más expertos. La competición terminará, al igual que el Campeonato Mundial, el sábado 19 de julio.

Todos clásicos… pero dos competiciones radicalmente distintas

Barcelona y la Puig Vela Classica han estado acostumbradas a una competición de vela orientada a sacar el mayor provecho de los veleros clásicos y sus condiciones de navegabilidad, sin embargo en este 2014 la irrupción del Campeonato Mundial de 12m, los legendarios competidores de la Copa América y otras regatas internacionales de los años 30 a los 80, exige un cambio radical en su estructura de regata.

Por una parte, las regatas del Mundial de 12 metros se celebran en tiempo real, “el primero en pasar la línea de llegada es el ganador”, en tanto que en los clásicos se demandan unas compensaciones de tiempos entre unos y otros barcos que permitan que embarcaciones muy dispares en esloras y aparejos tan distintos compitan en condiciones de igualdad. Si los clásicos para exprimir todo su potencial requieren de pruebas en formato triángulo o cuadrilátero que proporcionan unos espectaculares recorridos costeros, los velocísimos 12 metros –construidos para regatas “al viento”-, demandan un modelo barlovento – sotavento en el que puedan sacar el máximo provecho de su capacidad de ceñida y empopada. Estas son regatas muy técnicas y exigentes con continuos bordos en los que la navegación en ángulos de hasta 40º se asemejan a las que realizan veleros de competición actuales de alto nivel profesional y, por tanto, la organización se plantea su campo de regatas equivalente al de una prueba de cruceros ORC.

Estos barcos, los 12m, construidos para los desafíos y defensa dela Copa América y, por tanto, para regatas 1 a 1 o match race, se pueden permitir este nivel de exigencia porque están específicamente diseñados para ello y es la manera rigurosa de obtener los mejores resultados de su afinado diseño. De hecho las expectativas son muy altas al coincidir en este campeonato mundial dos embarcaciones casi “gemelas” – Vim (1939) y Nyala (1938)- que comparten diseñador (Stephens), astillero y estilo -que fueron modelo para posteriores defensores de la Copa América-, y que ansían tener la oportunidad de medirse la una frente a la otra, lo que va suceder estos días en Barcelona.

Doble campo de regatas a partir del viernes

Estas condiciones de las embarcaciones hacen que la organización del Real Club Náutico de Barcelona plantee dos campos de regatas para las jornadas del viernes y sábado en las que se simultanean ambas competiciones. En principio, dado que hasta que se conozcan las condiciones del viento de cada día esto no puede darse por cerrado, el campo de regatas de los clásicos se ubicaría más cerca de la bocana del puerto de Barcelona, frente a las playas de la Barceloneta, en tanto que la línea de salida del barlovento – sotavento correspondiente al Mundial de 12 metros se establecería algo más al norte, aproximadamente frente al Fórum.

El jueves, si el viento lo permite, los cásicos arrancarán con el habitual carruel que acerca la regata a las playas y costa de la ciudad, en tanto que viernes y sábado se realizarían pruebas “de tipo triángulo”.

Esta situación permite una doble capacidad de disfrute para los aficionados que se acerquen a la regata- ya sea en embarcaciones o desde la misma costa-, pues se duplican las posibilidades de disfrutar de un acontecimiento único en una gran capital como Barcelona, donde estas pruebas no son habituales.

12 metros y Copa América: la solución técnica que alumbró una nueva era de regatas

La America’s Cup vivió su primera época dorada con la elección de los 12 Metros. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, la competición se suspendió hasta 1958, y los costosos Clase J dieron el relevo a los más asequibles y numerosos 12 Metros. Para ello tuvo que modificarse el Deed of Gift, a fin de reducir la eslora de flotación, de 65 a 44 pies, y permitir que la Clase internacional 12 Metros fuera elegida para competir en la Ameria’s Cup.

Y así, en la edición de 1958 comenzó la más gloriosa época de la America’s Cup, que se prolongó hasta 1987, cuando el desafío del neozelandés Michel Fay se aferró a las normas iniciales de la competición para retar a Dennis Conner con un gigantesco monocasco de 130 pies de eslora, quien optaba por defenderse con un sencillo catamarán de 40 pies.

Las diez ediciones celebradas entre 1958 y 1987 supusieron la mejor época de la America’s Cup, pues la ya anterior gran aceptación de los 12 Metros propició una gran participación, que desembocó en la reorganización de las series clasificatorias de los challengers de la mano de Louis Vuitton. Sagas míticas como los Columbia, Weatherly, Constelation, Intrepid y Courageos por partida doble, Auastralia II y Stars&Stripes inscribieron con letras de oro sus nombres en el libro de ganadores.

Como punta de lanza tecnológica, que siempre ha sido la America’s Cup, algunos equipos encontraron alianzas tecnológicas con empresas de la entonces potente industria aeroespacial. El entonces emergente uso del aluminio en la construcción de barcos y mástiles fue uno de los campos donde se avanzó notablemente gracias a los 12 Metros.

Pero además, protagonizaron el primer gran suceso de la America’s Cup, cuando el Australia II cometió la osadía de derrotar por vez primera al defender estadounidense, al imponerse por un agónico 4-3 al Liberty de Dennis Conner. Todo un mito de la competición que pudo salvar el honor al recuperarla cuatro años más tarde en aguas australianas con su Stars&Sripes, en la que terminaría siendo la última edición disputada por el mejor barco que ha tenido la America’s Cup.

Un velero 12 metros y un Imoca 60 surcando las aguas barcelonesas