• Siete barcos han debutado en esta duodécima edición caracterizada por unas excelentes condiciones de navegación en las aguas de Barcelona
  • Guia, Argos, Marigan, Fjord III y Moonbeam of Fife se proclaman vencedores 
  • La cita náutica ha rendido tributo al V Centenario de la primera vuelta al mundo con la entrega del trofeo Elcano al Marigold (1892), el participante más antiguo 

 

La regata Puig Vela Clàssica Barcelona ha vuelto a convertirse en una de las regatas mediterráneas protagonistas del calendario internacional. Entre la cuarentena de inscritos en las categorías históricas Época, Clásicos y Big Boats se incluían siete barcos que debutaban en Barcelona. Entre ellos, la presencia de dos joyas míticas, como son el Emilia Prima y La Spina, los primeros 12 metros construidos en Italia en los años 30 y que, por avatares del destino, no habían competido entre sí hasta la fecha. 

Continuando con su incuestionable ADN, la XII edición, en opinión de los regatistas, ha aprovechado las excelentes condiciones de viento, de las mejores en muchos años, completando así las tres pruebas programadas en unos recorridos variados y acordes a las distintas flotas. La primera prueba disputada perdurará en el recuerdo de participantes y seguidores, gracias al generoso viento de hasta 22 nudos de intensidad, poca mar y un recorrido costero de 18 millas, esta vez idéntico para todas las categorías. Pero tampoco desmerecieron la segunda prueba con viento medio, ni la jornada decisiva el día de cierre disputada con viento ligero en un recorrido técnico entre boyas, tras un paciente y oportuno aplazamiento esperando un viento térmico apropiado. 

Guia y Argos revalidan el título en los apasionantes duelos en Clásicos 1 y 2 

Como es habitual en la cita organizada por el Real Club Náutico de Barcelona (RCNB), la flota de Clásicos compitió en dos categorías independientes, acorde a su tamaño y prestaciones. En ambas repitieron victoria los ganadores de la anterior edición, Argos y Guia. 

Puig Vela Clàssica Barcelona XII Edition

En Clásicos 1, el Guia, liderado por Jordi Costa, dominó los parciales (1-1-2), aunque sus resultados fueron apretados y disputados, teniendo que superar el ataque táctico del Outlaw de Jean-Claude Vau en la última prueba, tratando este de penalizarle en la salida para destronarlo en la clasificación. Ese duelo particular permitió al Yanira de Andrés de León ganar la última prueba, empatar a puntos con el Outlaw en la tabla final y desempatar a su favor por sus mejores resultados parciales. Emeraude y Disparate, se clasificaban a continuación por este orden, también empatados a puntos. 

En Clásicos 2, el Argos patroneado por Eduardo Mendez ganaba con autoridad, anotándose los tres parciales, pero en su estela el duelo estaba servido. El suspense duraba hasta los últimos metros de la tercera prueba, donde el Ojalá II de Michele Frova salvaba el segundo puesto frente al empuje del Madrifa 2 de Emiliano Parenti y el Margarita de Ignacio Llano, clasificados finalmente por este orden. 

regata Puig Vela Clàssica Barcelona XII Edition

El Moonbeam of Fife logra su octava victoria en la regata Puig Vela Clàssica

El Moonbeam of Fife, patroneado por Erwan Noblet, lograba un triplete en los parciales de esta edición. Un dominio rotundo en la tabla, pero no por ello un logro fácil, pues el Halloween, de Íñigo Sterz, vendió cara su derrota, especialmente en la segunda y tercera prueba, con diferencia de tiempos ajustados tras la compensación de tiempos. Completó el podio el Black Swan de Frederic Haonisel, rebosando deportividad ante la impotencia de competir con un barco de menos prestaciones, y al mismo tiempo satisfecho por ser la primera regata post-restauración en la que su casco ha pasado a ser de color blanco. 

Veronique de Alex Veccia, Marigold de Jason Gouldstone y Marigan de Tim Liesenhoff han sido los tres mosqueteros de la categoría Época Cangreja, compitiendo con una calidad e intensidad poco imaginable con sus aparejos tan complejos. Tras las dos primeras jornadas estaban empatados a puntos, quedando las espadas en alto para el último duelo. El orden de su clasificación en la tercera prueba iba a ser el mismo de la general. Y en la salida decisiva ya empezó la disputa táctica con un Marigan muy inspirado. Provocando un fuera de línea al Veronique, cuando éste intento “atacarle”, supo mantenerse dentro de la diferencia de tiempo favorable a su rating hasta la llegada. El Marigold, que evitaba luchas en la salida, terminaba segundo, y relegaba al Veronique al tercer peldaño del podio. La incertidumbre, igualdad y su alta competitividad ha sido una de las perlas de esta edición.

regata Puig Vela Clàssica Barcelona XII Edition

Todo apuntaba que el Fjord III de Scott Perry y el Cippino de Martin Belloch no darían opciones en Época Bermudiana, vista la superioridad en la tabla provisional tras las dos primeras pruebas. Pero enzarzándose al estilo match-race en la tercera prueba, se controlaron, marcaron y desentendieron del resto de la flota en la primera ceñida. Retrasados en la flota, el mano a mano se la anotaba el Fjord III añadiendo un tercero a su casillero parcial, mientras el Cippino sumaba un quinto. Jordi Cabau aprovechó la puerta abierta para imponer su Mercury en la prueba decisiva, y así completar el podio final, tras superar al Argyll y Emilia Prima. 

 

La regata Puig Vela Clàssica conmemora el V centenario de la vuelta al mundo

En esta XII edición se ha hecho entrega del Trofeo San Sebastián Elcano al Marigold (1892), al tratarse del barco más antiguo de la competición. Un trofeo que se enmarca en los actos conmemorativos de la Armada Española para rendir tributo al V centenario de la primera vuelta al mundo en la historia de la navegación llevada a cabo por la expedición Magallanes-Elcano. Con este galardón, la regata Puig Vela Clássica ha recordado esta gran hazaña y ha celebrado la efeméride. 

Además, el Trofeo Enric Puig, que premia a la mejor dupla de cada país, lo han ganado el conjunto español formado por los barcos Guia y Marigan.

 

Emilia y La Spina, el duelo que se vivió en Barcelona casi un siglo después 

La duodécima edición de la regata Puig Vela Clàssica ha sido el escenario de la batalla entre La Spina (1929) y Emilia (1930), dos veleros rivales de una misma categoría -12M- y origen –Italia- y edad -90 años-. Un desafío que llevaba esperándose desde entonces y que, por misterios del destino, no habían tenido la oportunidad de retarse en duelo hasta este año. 

Estos dos espectaculares barcos son los dos primeros 12 metros matriculados en Italia. La Spina se adelantó al Emilia, obteniendo así la vela I-1, la primera matrícula italiana y dejándole así la I-2 al Emilia. Esta es la razón por la que surge su histórica contienda. 

La Spina fue encargado por el Marqués de Spinola, adinerado aristócrata genovés, y diseñado por Vincenzo Vittorio Baglietto. En 2005 fue remodelado completamente, manteniendo su exterior de barco de competición náutica, pero manteniendo su glamuroso interior, réplica de los palacetes de la época.

Por otro lado, Emilia fue un encargo del senador Giovanni Agnelli, fundador de la casa Fiat, para regalárselo a su yerno como presente de boda. Sin embargo, este dejó Italia por Sudamérica y este espléndido velero se mantuvo alejado de la pugna náutica hasta que sus últimos propietarios tomaron la decisión de recuperar su espíritu competitivo. 

 

Debut del Arosa en la regata Puig Vela Clàssica

Por primera vez en su historia, la Armada Española ha estado presente en la regata Puig Vela Clàssica Barcelona representada por el velero Arosa, construido en 1931. Su participación coincide con la conmemoración del V Centenario de la primera vuelta al mundo Magallanes-Elcano.

Con base en Marín (Pontevedra) esta goleta diseñada por Alfred Mylne, famoso por sus yates de vela desde 1914, fue construida en Escocia, entre 1930 y 1931 con el nombre de «Algoma”. Con ese nombre fue incautada en abril de 1981 con un alijo de drogas a bordo e incorporada a la Armada. Desde entonces, la fuerza naval en actividad más antigua del mundo lo utiliza para regatear y dar visibilidad a su trabajo dentro de la rama marítima de las Fuerzas Armadas españolas.

 

 

Mateu Grimalt, el restaurador de las joyas náuticas 

Mallorquin de pura cepa, Mateu Grimalt ha competido en muchas de las ediciones de la Puig Vela Clássica en el Mercury o el Sonata, dos bellos barcos de Jordi Cabau, que recuperó y restauró para el apasionado armador balear.

Mestre d’aixa (carpintero de ribera) por vocación y pasión, dio sus primeros pasos durante su infancia “asomándose” al taller de ebanistería familiar, donde llegaban encargos para reformar y restaurar algunos barcos extranjeros. A través de un conocido común, Cabau le propuso restaurar el Mercury, obra que realizaron en el año 2000. Toda la obra viva se rehízo, desde “costillas” al forro y cubierta. Luego fueron los interiores y posteriormente el palo, para devolverle los dos metros que su anterior dueño le había cortado. Ocho años después le propuso restaurar el Sonata, que se encontraba muy maltrecho en un solar. Aceptado el reto, Grimalt volvía a invertir año y medio en rehacerlo completamente, empleando las mismas maderas nobles que rejuvenecieron al Mercury. Roble para las “costillas”, cedro para el forro interior, caoba para el forro exterior y cerezo para revestir cuadernas y varengas. 

 

Habitual en esta regata, Grimalt confiesa sentimientos agridulces rodeado de tantos barcos importantes. “Me enfada la cantidad de oficio que se ha perdido”, comenta nostálgico. Piensa que la continuidad del oficio de carpinteros de ribera corre peligro, algo que también vive en primera persona por la falta de continuidad familiar de su taller.